Acerca del equilibrio Jos� Manuel Sales Pons Experto profesor de equitaci�n y entrenador de exitosos jinetes. Este pasado fin de semana, en la Copa Presidente, les insist�a a unos alumnos m�os en que pusieran especial atenci�n en mantener fija la posici�n de cuello y cabeza del caballo. S�, se me ocurri� en ese momento, pero porque m�s bien me lo ped�an los caballos ya que para poder hacer bien los recorridos, necesitaban mantener m�s fijos cuello y cabeza. Se trataba de caballos poco expertos todav�a en las pruebas medianas. �Por qu� le d� tanta importancia a ese gesto o, m�s bien, posici�n del caballo? Por lo que supone para el equilibrio y la conducci�n del caballo. Hace 150 a�os BAUCHER dijo: "En nuestro siglo XIX, en el que todas las cosas deben ser tratadas cient�ficamente, es normal que se le haya pedido a la ciencia el secreto del equilibrio". Me interesa resaltar una palabra: "secreto". En la Equitaci�n, especialmente en la de salto en la que los cambios de equilibrio son continuos, es muy dif�cil detectar cu�l es el mejor en cada momento. En un recorrido, estos fallos en el equilibrio normalmente se los achacamos al caballo por la falta de entendimiento a nuestras �rdenes. Estoy harto de o�r repetidamente la frase: "Yo quer�a tal cosa pero el caballo no me ha respondido", cuando la reflexi�n correcta ser�a: "Yo he hecho algo, el caballo ha respondido correcta o aproximadamente a ese algo y no ha salido lo que yo quer�a. Debo buscar la soluci�n buena yo, no achacarle el fallo al caballo". El caballo maneja su propio equilibrio, por un lado con el cuello y la cabeza � su balanc�n � y por otro, con los pies. Nuestro peso y las acciones de la mano no le ponen f�cil el manejar los pies, as� que recurre principalmente a su balanc�n para los cambios de equilibrio, pero finalmente lo que hace es desequilibrarse. El s�mil con un coche ser�a el de utilizar continuamente el freno en lugar del cambio de marchas. El ejemplo m�s importante y a la vez m�s sencillo, es el de las transiciones. En toda transici�n, lo fundamental es que el caballo mantenga el cuello y la cabeza � el balanc�n � en la misma posici�n y que no se apoye en la mano, o sea, que se aguante a s� mismo y nunca en mi mano. �C�mo conseguirlo? Como todo: repitiendo no s�lo cientos sino miles de veces sabiendo que las primeras � que pueden ser m�s de cien � saldr�n un churro. "Aqua cavat lapidem, non vis sed etiam cadendo" (El agua no socava la piedra por su peso, sino por estar continuamente cayendo). Es muy dif�cil detectar o sentir, como dec�a antes, el mejor equilibrio del caballo en cada momento, pero s� puedo ver y sentir su balanc�n. Si soy capaza de mantener cuello y cabeza en la misma posici�n, que no se apoye en mi mano m�s que cuando yo se lo pida y s�lo tirando verticalmente, mi pierna sin MANTENERLE en el aire en que est�, tengo clar�simo que todos los giros y transiciones que no paro de hacer � inevitables en una pista incluso grande � el caballo est� haciendo esos continuos cambios de equilibrio necesarios en los giros y transiciones con los pies, puesto que su balanc�n permanece monol�tico y sin posibilidad de apoyarse en la mano. Y de esta manera no existe el desequilibrio, porque los pies todo lo hacen entrando y de delante no puede dejarse caer sobre las espaldas: garant�a de equilibrio. Al final nos sensibilizamos � en esto consiste el tacto ecuestre � a ciertos gestos que nos garantizan el gesto confortable del caballo, que es de lo que se trata. Ahora bien, si cuando estamos trabajando le dejamos que mueva la cabeza, se quede detr�s de la mano, que saque el pico o que pese a la mano, si no hay que soltar el contacto, es enga�osamente aceptable, pero luego, en el recorrido resulta que no, que el contacto es muy malo, entre otras razones porque el caballo querr� utilizar su balanc�n para recuperar su equilibrio, cosa que le hemos permitido hacer inconscientemente en el trabajo en liso. Conclusi�n: "lo que sembremos desde el paso, es lo que recogeremos al galope". La otra cuesti�n es que, cuando estamos saltando, si utilizamos excesivamente el balanc�n, subiendo o bajando, acortando o estirando el cuello, le damos pocas opciones al caballo a que utilice �como realmente nos interesa! sus pies. Otro s�mil: cuando nosotros aprendemos a patinar, por falta de control de nuestras piernas, abrimos los brazos y los movemos para equilibrarnos. Con el caballo ocurre lo mismo: al principio hay que dejarle utilizar el balanc�n, pero cuando ya est� en situaci�n de disponer bien de los pies, que s�lo lo cambie cuando nosotros se lo pidamos. En el salto, cuando el caballo despega del suelo, es cuando necesita utilizar su balanc�n a tope. Cualidad fundamental en el trabajo: CONCENTRACI�N �s� lo que le debo pedir al caballo y se lo estoy pidiendo continuamente bien? Los caballos tienen una mente parecida a la de un ni�o de cinco a�os: su concentraci�n es tan inestable que depende totalmente de la nuestra. Y nos enga�an con una facilidad pasmosa. Cambio el contexto de la frase de San Agust�n y la aplico en m� mismo para resolver la mayor�a de nuestros problemas con los caballos: "t� estabas dentro de m� y yo te buscaba fuera desesperadamente". El problema est� m�s en nosotros y mucho menos en el caballo. Paz y espero que os sirva a alguien.