Impulsividad y deporte Publicado por Ear psic�logos � Julio 2014 A ra�z de los mordiscos de Luis Su�rez, el �ltimo en el partido contra Italia del Mundial de Brasil, muchos son los que preguntan a los psic�logos por los motivos que le llevan a comportarse de esa manera y todos coincidimos en que el motivo fundamental es la impulsividad o la falta de control de impulsos. Pero �qu� es la impulsividad? Desde una perspectiva cognitiva, la impulsividad se caracteriza por la ausencia del control reflexivo y la ausencia de previsi�n de las consecuencias que acarrea. Es decir, se emiten respuestas sin el suficiente procesamiento de la informaci�n percibida (Vall�s, 2006), lo que favorece la comisi�n de errores en algunas situaciones. Desde una perspectiva emocional, la impulsividad se caracteriza por una escasa tolerancia a la frustraci�n, incapacidad para demorar reforzadores, escasa resistencia a la tentaci�n y escaso control de los impulsos que le incitan a responder con rapidez. En otras palabras, la persona est� ansiosa por responder con rapidez (Vall�s, 2006). Entonces, �es positivo ser impulsivo en deporte? La respuesta es NO. Si bien el rendimiento de un deportista depende, en muchas ocasiones, de su velocidad para responder con rapidez a los est�mulos, es decir, que haya una peque�a demora entre la percepci�n del est�mulo y la emisi�n de la respuesta, �stas tienen que ser efectivas y para ello tiene que haber un procesamiento previo. La cuesti�n es que cuando vemos al deportista responder en milisegundos no recordamos que para conseguir eso ha tenido que entrenar duramente esa misma situaci�n o situaciones similares, hasta tal punto, que lo ha automatizado. Por ejemplo, un jugador de baloncesto que recibe el bal�n cerca de canasta y tiene que tirar r�pido para que no le tapone el defensor. En este tipo de situaciones, el tiempo disponible para tomar decisiones suele ser reducido, y �stas suelen afectar al rendimiento, por lo que es importante que el deportista decida casi autom�ticamente que hacer. Para ello, tiene que identificar los est�mulos o condiciones que han de darse para que sea m�s conveniente una u otra opci�n, y una vez identificados ensayar esas situaciones para que queden almacenadas en la memoria y puedan recuperarse f�cilmente en el momento de la decisi�n. Buceta (1998) habla de decisiones sobre ejecuci�n inmediata y se�ala que �stas dependen, por un lado, del estilo de funcionamiento del jugador, es decir, su forma personal de actuar y por otro lado, de las situaciones y est�mulos antecedentes que se presentan en cada momento del partido (por ejemplo la posici�n de los compa�eros, oponentes, etc.). Estas decisiones no tienen que ver con la impulsividad ya que �sta se caracteriza por la falta de procesamiento o reflexi�n. Es decir, la persona responde inmediatamente ante determinados est�mulos pero lo hace de forma inadecuada, por ejemplo el jugador que pierde el bal�n y comete falta por intentar conseguirlo de nuevo. En estos casos, es una respuesta no procesada ni entrenada, por tanto, suele ser ineficaz y en algunos casos, inaceptable (por ejemplo el mordisco de Luis Su�rez), por lo que es necesario eliminarlas. �Existen situaciones que pueden favorecer la impulsividad? Efectivamente hay situaciones que pueden favorecer la impulsividad como por ejemplo, las que suponen un aumento en el nivel de activaci�n como podr�a ser la competici�n. En ella, las pulsaciones de los deportistas aumentan (fisiol�gica, cognitiva y/o emocionalmente), lo que favorece la p�rdida de control de su conducta. As�, cuando un deportista est� muy nervioso tiende a precipitarse, es decir, a actuar sin pensar cometiendo m�s errores, lo que conlleva un mayor nerviosismo. Igualmente cuando un deportista se enfada o se frustra aumenta su impulsividad, disminuyendo la valoraci�n de las consecuencias de los actos y por tanto, perdiendo el control. En estas situaciones, los deportistas impulsivos tienen m�s probabilidad de realizar conductas inapropiadas, pero eso no significa que no puedan evitarlo, ya que la inhibici�n de �stas puede aprenderse. Para ello, en primer lugar, es necesario que el deportista est� de acuerdo en querer modificar esa conducta y por otro lado, llevar a cabo entrenamientos en tareas relacionadas con el control inhibitorio, donde ante determinados est�mulos, el deportista no de la respuesta que suele dar de forma espont�nea. Dichas tareas se utilizan con personas con TDAH (Trastorno por d�ficit de atenci�n e hiperactividad) y con otros trastornos del comportamiento con muy buenos resultados.