Tres leyes tres: Newton, Thorndike y de "la Mochila" Publicado en la revista Galope. Autor: Jos� Manuel Sales Pons, experto profesor de equitaci�n y entrenador de exitosos jinetes Me refiero a las tres leyes de Newton, las tres leyes de Thorndike y las tres leyes que yo llamo de la "Mochila" y que se refieren a las leyes mec�nicas que relacionan una masa transportadora con la transportada. Las leyes "de la Mochila", en el �nico tratado h�pico que las he le�do es en "Comprendre l�Equitation" de Jean Saint Fort Paillard". Montamos a caballo, y como cualquier actividad humana, est� sujeta a una serie de leyes universales �de lo contrario ser�a un desbarajuste- de distinta �ndole, y que en este momento me interesa resaltar dos tipos: las de Newton y las de la "Mochila" en cuanto a la f�sica/mec�nica de la equitaci�n, y las de Thorndike en cuanto al aprendizaje del caballo. El problema es que son tan de nuestra vida cotidiana, que nos olvidamos de ellas, a pesar de que simplemente las aplicamos en nuestra actividad diaria. Pero resulta que si pensamos en ellas, nos ayudar�n a montar mejor, que es de lo que se trata, por la sencilla raz�n de que nos aclaran ideas h�picas. 1� Ley de Newton "Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectil�neo, a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre �l". �En qu� nos afecta esta ley en nuestro quehacer a caballo? Empezamos por reducir toda la ley a una palabra: inercia. Nueva formulaci�n de la pregunta: �en qu� nos afecta la inercia a caballo? De la misma manera que cuando vamos en un autob�s urbano, �vaya ajetreo!. Incluso se parece a cuando vamos en un coche de copiloto, en que la inercia nos hace movernos muy a menudo. A caballo ocurre lo mismo, s�lo que como estos desplazamientos duran menos y son tambi�n menos intensos (y sin darnos cuenta nos agarramos muchas veces de las riendas), somos poco conscientes de ello. Sin embargo, el caballo que es el que nos lleva, lo siente cada vez. Es como cuando llevamos a un ni�o a hombros: �l no se entera de nada (bueno s�, de la inseguridad en algunos momentos, por culpa del desequilibrio que le produce la inercia cuando le hacemos alg�n movimiento brusco), en cambio nosotros sentimos de todo, cuando se nos agarra del pelo de las orejas o de las gafas. Hay que tener en cuenta dos datos importantes: 1�) el caballo pesa entre 7 y 10 veces nosotros (por lo que somos para �l como un ni�o peque�o para nosotros cuando le llevamos a hombros). 2�) Sus reacciones son un tercio m�s r�pidas que las nuestras (por lo que se hace dificil�simo el acompa�arle). Adem�s, lo natural suyo es huir por su condici�n de animal de presa (3er dato importante). Conclusi�n: para el caballo es f�cil manejarnos como nosotros manejamos a un ni�o a hombros y, adem�s, sin ninguna responsabilidad o cuidado hacia su jinete/amazona. Por lo tanto, la inercia nos desplaza sobre la montura mucho m�s de lo que nos creemos. Desgraciadamente, no le echamos cuenta como dec�a antes, pero el caballo s� se entera, o sufre, todos nuestros movimientos. No hay m�s que ser conscientes de lo que hacemos, queriendo o sin querer, y ponernos en el lugar del caballo. La soluci�n entonces ser� un asiento perfecto: sobre los isquiones y sin salirse de ellos, luego la espalda nunca por detr�s de la vertical; el pie siempre debajo de la cola que nos garantiza el equilibrio (al igual que nuestro equilibrio de peat�n); y fijeza (adherencia, no apretujada) con los aductores mejor que con las pantorrillas, sobre todo si la inercia es grande debido a movimientos bruscos, como el salto, arreones o vueltas r�pidas, incluso en las transiciones. �Por qu� los aductores? Porque el punto de aplicaci�n de los aductores es mucho m�s alto que el de las pantorrillas, con lo cual la acci�n de la inercia es m�nima. As� podemos aspirar a lo m�ximo como caballistas: la coordinaci�n �lo m�s perfecta posible- de movimientos de caballo/jinete . Donde m�s se nota la acci�n de la inercia es en las transiciones. �Qu� dif�cil es la coordinaci�n con el caballo en el momento justo de la transici�n! �Y qu� importante! Si el primer tranco de la transici�n es bueno, el resto f�cilmente lo ser� �Y los imprevistos de los caballos? Estos nos provocan cantidad de desequilibrios por culpa de la inercia (cuando no, m�s de una ca�da). Un "bandazo" de un potro (o de un caballo). Un par�n ante un salto, cuando cre�amos que el caballo iba a saltar. O una escapada tambi�n de un salto, justo en el �ltimo tranco. La inercia existe a caballo. Y nos influye mucho m�s de lo que nos creemos. �C�mo la compensamos de una manera pr�cticamente inconsciente? Hundi�ndonos en la montura y agarr�ndonos de las riendas, con lo cual el pagano es el caballo. Nosotros no nos damos cuenta pero �l s� nos sufre. Incluso con las monturas modernas de doma (modernas porque son de hace menos de un tercio de siglo), m�s cortas y much�simo m�s profundas para dejar bien encajado al jinete. A pesar de ello, no le exime de la responsabilidad de ser due�o y se�or de su propio equilibrio.